La mayoría de las malas experiencias durante un mal viaje psicodélico son similares a ataques de ansiedad o pánico, y se pueden revertir al enfocarse en algo positivo, distraerse con algún tipo de entretenimiento o cambiar el entorno. Algo tan simple como cambiar de silla o ponerse tu suéter favorito puede funcionar.
Sin embargo, tratar de luchar contra una experiencia negativa a menudo empeora las cosas. Es útil enfocarse en aspectos específicos que causan incomodidad e intentar resolverlos uno por uno.
Puedes empezar con problemas fácilmente solucionables de incomodidad física. ¿Tienes sed? ¿Necesitas comer algo? Tomar bebidas y alimentos fáciles de comer como frutas puede ser muy útil. También es útil cambiar el entorno para cambiar el estado mental. Si tienes música sombría, puedes poner algo más alegre o enérgico. Si sientes que las cosas son abrumadoras, puede ayudar acostarte y tratar de reducir la cantidad de estímulos con los que tienes que lidiar.
Recuerda que tu experiencia terminará, y que todo es cuestión de tiempo. Muchas situaciones de mal viaje son muy similares a ataques de pánico, y por lo tanto se pueden aplicar las mismas técnicas: la meditación consciente y la respiración controlada pueden ayudarte a calmarte.
Respira lentamente y profundamente. Inhala por la nariz durante cuatro segundos, aguanta la respiración durante cuatro segundos, luego exhala por la boca durante otros cuatro segundos, aguanta la respiración durante 2 segundos y repite. Esto puede ayudarte a relajarte y a despejar tu mente cuando tienes un ataque de pánico.
Arroparte con una manta o edredón, cuanto más pesado sea, puede proporcionar mucha comodidad.
No te desanimes pensando que has arruinado tu experiencia. Las experiencias más desafiantes suelen ser las más reveladoras. Si intentas analizar si todo va bien o mal, es fácil caer en un ciclo de refuerzo si te sientes mal. Enfócate en lo que sientes y en lo que estás pensando, para que más adelante puedas revisar esos sentimientos y pensamientos para obtener una mejor comprensión de tus procesos mentales.
Es posible que hayas llegado a la misma conclusión que muchas otras personas, de que los benzodiacepinas o los antipsicóticos son muy efectivos para poner fin a un mal viaje, pero realmente deberían ser un último recurso. Puedes encontrar un paralelo fuera del contexto del uso ilegal de drogas con aquellos que beben mucho cuando la vida se pone difícil. En lugar de enfrentar los obstáculos que la vida presenta, se refugian en el bar.
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