Los 8 Neurocircuitos

Teoría de la conciencia de Timothy Leary

La teoría de la conciencia de Timothy Leary es una fascinante exploración de los diferentes niveles de percepción y desarrollo mental que existen en el cerebro humano. Leary propuso la idea de que el cerebro está estructurado en ocho circuitos de conciencia, divididos en dos grupos: los terrestres, relacionados con la vida en la Tierra, y los post-terrestres, que se vinculan con estados de intuición y comprensión más elevados.

Los circuitos terrestres, también conocidos como de “Análisis”, abarcan los siguientes:

  1. Circuito de Biosupervivencia: Este circuito representa la forma más elemental de conciencia, centrada en la identificación de lo que es beneficioso o perjudicial para la supervivencia. Desde el nacimiento, este circuito nos guía para aproximarnos a lo favorable y alejarnos de lo dañino, estableciendo así las bases de nuestra interacción con el entorno.
  2. Circuito emocional-territorial: Presente en todos los mamíferos, este circuito se activa cuando comenzamos a explorar nuestro entorno y a establecer relaciones sociales jerárquicas. Determina nuestra posición en la dinámica social, influyendo en nuestro comportamiento dominante o sumiso.
  3. Circuito simbólico-racional: Exclusivo de los humanos, este circuito se centra en el lenguaje, el pensamiento simbólico y la resolución de problemas. Se desarrolla a medida que adquirimos habilidades lingüísticas y de razonamiento, moldeando nuestra capacidad para comprender y conceptualizar el mundo que nos rodea.
  4. Circuito Socio-Sexual de Domesticación: Este circuito aborda las dinámicas sociales y sexuales dentro de una sociedad, influenciando nuestra forma de relacionarnos, comunicarnos y adaptarnos a las normas sociales. Se activa durante la adolescencia y determina nuestra capacidad para manejarnos en entornos sociales complejos.

Por otro lado, los circuitos post-terrestres, asociados con la “intuición”, incluyen los siguientes:

  1. Circuito neurosomático: Surge en sociedades con un alto grado de desarrollo y ocio, enfocándose en la estética y el bienestar corporal. Se relaciona con el placer sensorial y la percepción del cuerpo, y se activa mediante prácticas como el consumo de cannabis o la meditación.
  2. Circuito Neuroeléctrico: Este circuito se encarga de la “metaprogramación”, es decir, la capacidad de reprogramar los circuitos mentales previamente establecidos. Actúa sobre la programación de los programas existentes y es activado con dosis moderadas de sustancias como el LSD.
  3. Circuito Morfogenético: Establece una conexión entre la conciencia individual y la colectiva, permitiéndonos acceder a información genética almacenada en el ADN y percibir la interconexión entre todos los organismos. Se activa mediante el uso de sustancias psicodélicas como el LSD o prácticas como la meditación.
  4. Circuito Neuroatómico Metafisiológico: Representa el pináculo de la teoría de Leary, permitiendo el acceso a una conciencia intergaláctica y trascendiendo las limitaciones del espacio-tiempo. Se activa con sustancias como el DMT o experiencias extremas como las cercanas a la muerte.

La comprensión de estos circuitos ofrece una perspectiva única sobre la evolución de la conciencia humana y las diversas formas en que podemos explorar y expandir nuestra percepción del mundo que nos rodea.

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