¿Qué es un mal viaje?

Un mal viaje se define como un viaje o etapa del viaje que es perturbador y negativo para el usuario. 
La manifestación más común de un mal viaje es a través de bucles de pensamiento negativos; el usuario tiene un pensamiento negativo del que no puede deshacerse y continúa en un bucle de retroalimentación positiva volviéndose más negativo. 
Estos pueden ser desencadenados por problemas de la vida cotidiana, un entorno desfavorable o algo tan simple como preocuparse por tener un mal viaje.
Durante un mal viaje, una persona puede experimentar síntomas similares a los de una crisis de ansiedad o pánico, como aumento del ritmo cardíaco, sudoración, temblores, pensamientos negativos, paranoia y una sensación general de miedo o inquietud.
En algunos casos, un mal viaje puede durar varias horas y puede ser muy angustiante para la persona que lo está experimentando. Algunas personas pueden sentir que han perdido el control de sus pensamientos y emociones y pueden temer que no volverán a ser normales. 
Es importante tener en cuenta que los efectos de un mal viaje pueden variar ampliamente de una persona a otra, y que no todo el mundo experimenta los mismos síntomas.