El trip sitting psicodélico es una práctica que implica proporcionar apoyo y guía durante experiencias psicodélicas, con el objetivo principal de reducir riesgos, promover un entorno seguro y facilitar el proceso terapéutico.
Apoyo Compasivo y Orientación: El trip sitter psicodélico actúa como un guía compasivo, brindando apoyo emocional, seguridad y orientación a aquellos que están experimentando con sustancias psicodélicas. Este papel requiere empatía, habilidades de escucha activa y una actitud libre de juicio para crear un ambiente de confianza y comodidad.
Estrategias de Validación y Regulación Emocional
Las estrategias de validación son fundamentales para ayudar a los individuos a reconocer y expresar sus emociones de manera efectiva. Al poner atención en una emoción, se activa la respuesta fisiológica del cuerpo, lo que facilita el procesamiento emocional. El desafío radica en articular las dimensiones emocionales válidas de una respuesta, incluso aquellas que pueden ser difíciles o evitadas. Validar estas emociones puede aumentar el contacto con las experiencias emocionales y fortalecer la habilidad para aceptarlas.
Es importante no simular comprensión o relación con las personas. Intentar rescatar a los individuos de experimentar tristeza o desesperación a través del engaño puede comunicar involuntariamente la no aceptación, lo que conduce a la desregulación emocional. Las emociones primarias, esas respuestas iniciales, funcionan como un foco de atención. Cuando hay claridad, naturalmente guían la resolución de problemas. Si bien el procesamiento emocional lleva tiempo, encontrar el equilibrio adecuado entre expresar compasión, ofrecer apoyo y proporcionar pasos a seguir explícitos puede ayudar en este proceso.
El dilema surge de la necesidad de invalidar para comunicar lo que es ineficaz o sin sentido. Debemos mantenernos abiertos a validar lo que es válido sin reforzar el comportamiento disfuncional. Curiosamente, la misma respuesta puede ser válida e inválida simultáneamente.
La Terapia Conductual Dialéctica tiene como objetivo ayudar a los individuos a experimentar emociones sin recurrir a mecanismos de afrontamiento mal adaptativos. Se basa en los principios de la terapia de exposición para aumentar la competencia emocional mediante la ampliación de la conciencia emocional, el aumento de la tolerancia a las emociones dolorosas y desalentar los comportamientos que sirven como mecanismos de escape. Al tratar con el trauma, usar la validación para redirigir la atención hacia un sentido de control y disminuir la sensación de aislamiento puede ser más beneficioso que sumergirse únicamente en la experiencia emocional.
Establecer confianza y comprensión precede a recomendar soluciones. Antes de ofrecer soluciones, es fundamental construir confianza y comprensión. Los participantes deben sentirse seguros y comprendidos antes de abordar cualquier problema o preocupación.
Sé preciso acerca de lo que estás validando. Es importante ser específico al validar las emociones o experiencias de los participantes. Esto implica identificar claramente qué aspectos de sus experiencias son validados y reconocidos como legítimos.
Invalida lo inválido de manera no crítica, describiendo cómo una respuesta no tiene sentido o no es efectiva. Al invalidar lo que es inválido, es crucial hacerlo sin juzgar, describiendo cómo una respuesta puede carecer de sentido o no ser útil. Se debe evitar la crítica o el juicio mientras se ayuda a comprender por qué ciertas respuestas pueden no ser útiles.
Mantén un ojo en la autoinvalidación. Es esencial estar atento a la autoinvalidación por parte de los participantes. A menudo, las personas pueden invalidar sus propias emociones o experiencias, lo que puede dificultar el proceso de aceptación y manejo de las mismas.
No es necesario andar con pies de plomo cuando puedes describir genuinamente, con empatía, lo que es válido y lo que no lo es. No es necesario ser excesivamente cauteloso cuando se puede comunicar honestamente, con empatía, qué aspectos de las experiencias son válidos y cuáles no lo son. Es posible abordar de manera franca y compasiva qué aspectos de las experiencias son válidos y cuáles no lo son, sin evitar temas delicados o difíciles.